La historia está en el interior



Desde los albores de nuestra existencia el ser humano ha buscado formas de medir y, por qué no, intentar ejercer un ilusorio control sobre el tiempo. Y es que, ya desde nuestros primeros pasos, hemos visto la huella dejada borrarse en la arena y sentido escabullirse entre los dedos los segundos, perdidos, como minúsculos granitos, en el mar de nuestra consciencia, de nuestra poco conocida realidad, de nuestra vida, de forma que, todo aquello que contribuyera a marcarlos, dándonos la cálida sensación de atraparlos, fue venerado con vehemencia. 

Desde el conocimiento de los movimientos solares en la cúpula celeste y los ciclos lunares, ya a telón echado, hasta los modernos relojes atómicos de cesio, cada pequeño avance en la precisión ha supuesto para nosotros grandes cambios en la experiencia del mundo que nos rodea y quizá por eso se entienda que, cuando a principios de la década de los sesenta el gobierno chino decidió dotar a sus fuerzas aéreas de un cronógrafo con las características necesarias para ser usado por sus pilotos, y de manufactura propia, decidiese hacerlo en alto secreto, a través de conocido como "proyecto 304".

No os contaré ahora los pormenores de dicho proyecto (quizás más delante, como parte de la historia, envuelta en romanticismo, de este aclamado calibre ST1901). Baste decir que culminó con la producción de 1400 unidades entregadas a las fuerzas aéreas del Ejército Popular de Liberación chino.

Lo curioso de esta historia es, que a día de hoy, unos sesenta años más tarde, parece que china sigue recubriendo de ese misterio todo lo que tiene que ver con sus relojes. ¿Por qué digo esto? Por el desempaquetado que motiva estas reflexiones:

Como podeis ver sobre estas líneas el reloj, un Sugess Chrono Heritage SG383/SUCHP005Z V2, también conocido como Sugess Top Time Deus por el modelo de Breitling a quien "homenajea", viene en su caja acompañado por las instrucciones genéricas, en chino e inglés, la tarjeta de garantía de sugess official con un "número de garantía" que esperemos no tener que usar y una correa milanesa de acero inoxidable y calidad decente que, por no ir signada, intuyo que es de tipo estándar. El modelo solicitado viene además con una correa de piel perforada, estilo aviador, con hebilla firmada "Sugess" y pasadores de cambio rápido, de bastante buena calidad. Hasta aquí todo normal, agradeciendo el regalo de la correa milanesa.

Pero sucede que la caja característica de Sugess/Seakors/Seestern, es decir, del grupo "Horomaster Group C" suele ser en cartón azul decorada con una estrella roja de cinco puntas en recuerdo del logo del Ejercito Popular de Liberación chino, mientras que este modelo ha venido en una "caja táctica" de plástico que ya conocía de otros relojes como el afamado y muy querido Steeldive "Captain Willard", es decir, en la caja que suele usar otro grupo, Astar, que no queda muy claro si fabrica o es simplemente un distribuidor intermediario. 

Es un detalle mínimo que, si bien no habla de la calidad del reloj, sí lo hace del velo de misterio que envuelve la fabricación de estos atrapadores de tiempo, como si los amigos chinos no pudieran aclarar su procedencia, queriendo darnos a entender que tales artilugios pertenecen a otra dimensión, una de la que solo nos está permitido conocer lo que ya ha marcado la aguja del segundero.

Os dejo aquí el unboxing y mis primeras impresiones en vídeo:



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