¡Que no te den cristal por zafiro!

Cuando tus relojes provienen de casas reconocidas. o son queridos vintages, no sueles tener dudas acerca de las calidades que montan, pero hoy en día hay numerosas personas que acceden al mundo de la relojería a través de marcas menos conocidas o que están a la venta a través de canales alternativos en los cuales puede costar hacer efectiva la garantía.

No son pocos los casos en los que se publicita un reloj indicando que su caja está fabricada en acero 316L y posteriormente se descubre por las malas que se trataba de aleación cromada o que se raya fácilmente un cristal que nos indicaban como zafiro.

Si es vuestro caso o aprovecháis habitualmente las ofertas de portales como Aliexpress para acceder a relojes que os llaman la atención, lo mismo os interese conocer una forma de comprobar si realmente el cristal que montan es lo que prometen, y para ello, os propongo este aparato que también podréis encontrar en las mismas plataformas, es asequible y nos brinda una manera de hacerlo ágil, cómoda y sobre todo, respetuosa con el material que testa.

Se trata del Diamond Selector II, un equipo portátil que viene empaquetado sobria, pero seguramente, en caja de cartón, con una segunda camisa interna, también de cartón, que protege una funda sintética en simil piel, donde finalmente descansa el aparato. En uno de los laterales de esta funda hay un pequeño bolsillo que aloja una placa metálica destinada a ubicar las gemas para las que esta invención esta concebida.

Una vez abierta la caja y sacado su contenido nos encontramos con las instrucciones y el equipo, que porta una protección de goma en su sonda, la cual deberemos quitar antes de usarlo. 

Funciona con una pila de 9v que no va incluida en el empaquetado y que, tras comprarla, deberemos introducir por la tapa destinada a tal fin en la zona opuesta a la punta.

Este pequeño ingenio utiliza una propiedad conocida de la materia y dentro de esta, de gemas como los cristales, que es la conductividad térmica, es decir, la capacidad de recibir y transmitir calor. Resulta que distintos cristales tienen distinta conductividad térmica y si la diferencia entre ellas es la suficiente como para poder diferenciarlos solo necesitaremos una resistencia y un termómetro para hacerlo. Este es el caso del cristal mineral y del zafiro, cuyas conductividades son inmensamente diferentes, siendo muchísimo más alta la de este último.

Una vez conocido lo anterior podremos comprender perfectamente el funcionamiento de nuestro nuevo juguete:

1.- Encendemos el aparato girando la rueda hacia la derecha, marcada como "on", hasta escuchar un "clic" y ver como se enciende la primera de las luces, que nos indica que el aparato está calentándose y que dispone de batería.

2.- Esperamos unos 30 segundos a que se caliente la resistencia, tras lo cual se encenderá la segunda de las luces, que nos informa de que el aparato está preparado para la medición.

3.- Continuamos girando la rueda marcada como "volume" hacia la derecha para graduar la sensibilidad de medida, que se corresponde con el numero de luces que se encienden en el dial de la izquierda y que, si hacemos caso a la tabla que aportan en las instrucciones, la cual viene también serigrafiada en el dorso del aparato, en nuestro caso deberemos situar entre 1-3 luces dependiendo de la temperatura de nuestra estancia, pues nuestros cristales se encuentran entre las gemas de mayor tamaño.


4.- Finalmente colocamos la punta perpendicularmente al cristal, sin ejercer presión y vemos como se siguen encendiendo luces en el dial hasta llegar al nivel de conductividad térmica de nuestro examinado, que en caso de ser zafiro llegará hasta la región de luces rojas, marcada como "DIA" (de diamante) y emitirá unos sonoros pitidos.

Espero que este pequeño unboxing/review os sea de utilidad. 

Para aquellos que preferís lo multimedia y como apoyo visual de lo explicado, os dejo el desempaquetado y funcionamiento, sobre un reloj cuyas calidades ya conocíamos, en video:





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